Conoce los corazones detrás de las manos de nuestro proyecto, con un vistazo a las historias de vida que dieron origen a Aperturas Creativas.

Hago arte como un viaje de memoria, restauración y asombro, invitando a quienes quieran a reflexionar conjuntamente.

Navego por los acuíferos del color. El arte me abre caminos para vivir y transformar la vida, solo y junto a otras personas.
Nuestra primera presentación artística nació entre nervios y asombro. Un joven de los Países Bajos, guiado por la curiosidad, abrió una conversación con nuestras obras, ofreciendo interpretaciones que revelaron nuevos horizontes en ellas. Su apertura transformó nuestra ansia en un descubrimiento compartido, dando lugar a horas de conversación espontánea. Lo que comenzó con él pronto creció — se unieron amigos; los encuentros se multiplicaron, y la intimidad del arte se volvió un espacio de reunión. Aún hoy, los nervios permanecen, pero los acogemos, pues son prueba del deseo vivo de compartir nuestras creaciones y de las infinitas conversaciones inspiradoras que despiertan en otras personas. El encuentro con aquel joven encendió en nosotros el deseo de fomentar la creatividad y de propiciar un cambio transformador en quienes así lo deseen.